Una Noche para Martha

¿Para qué estamos los artistas? Sigo pensando que el día en que nos unamos y paremos el arte, el mundo amanecerá desbalanceado, gris, silencioso y vacío. El payaso dejará de llorar, el mimo de bailar; el bailarín quedará anclado perdiendo su lucha con la atmósfera, los óleos se secarán en bultitos inútiles, las piedras dejarán de esconder figuras dentro y los poetas nos esconderán las más insípidas metáforas. No arrullará la madre al niño con su canto, ni habrá serenatas para los amantes o réquiems para los héroes. Callarán las voces y con suerte, cantarán las campanas.

Quien escoge arte, elige una manera insegura e inestable de vivir, con compensaciones malas y tardías, reconocimientos inútiles, títulos que no alimentan, aplausos que no calientan. El artista crea porque le es necesario, no porque le pagan. Y cuando cae un artista, y ha pertenecido al gremio, lo más probable es que no tenga colchón o pensión.

Sigo pensando que el día en que nos unamos cambiaremos más que un momento, y hoy por hoy juntos es necesario ayudar a quien puso todo en su arte, a quien ha creado personajes inolvidables, a quien de actuación en actuación ha variado su persona para nuestro deleite. Es tiempo de retribuir a quién mucho nos ha dado, y poco ha demandado. Para ti, Martha Ormaza, veamos si Quito te responde, si Quito te agradece y te ayuda como te mereces…

 

 

Chía Patiño, Directora Artística Ejecutiva

Julio, 2010

DESDE EL TEATRO #90