Austin, 25 de agosto, 2019

borra y va de nuevo?

...reflexiones de este cambio...


pensaba que la llegada a Austin sería más fácil: después de todo, regresé al Ecuador después de 22 años en Estados Unidos, y no extrañé el país del norte ni por un día. Hay cosas que aún me encantan de acá:

  • la eficacia de los servicios: el señor que dice que llegará a instalar el internet entre las 11 y la 1 llegó puntualmente 11:50 además de llamar y confirmar su llegada en 15 minutos…
  • la tranquilidad que se siente viendo los paquetes que llegan del correo, todos juntos en una gran habitación, sabiendo que el mio no se lo “llevarán accidentalmente”
  • la seguridad de caminar cuando cae el sol mientras que recuerdo los dos asaltos en diez años en Quito, uno con pistola, otro con cuchillos
  • la conveniencia: si algo, este país esta hecho para vivir cómodos: desde mi computadora ataco al mundo de Amazon, y se que en menos de una semana tendré las cosas en mi casa, o una soberana disculpa y hasta el regreso del gasto hecho si ellos se equivocan

empiezo de nuevo una aventura que me emociona, pues me ilusiona regresar a la academia y sus beneficios: instalaciones magníficas, innumerables bibliotecas, un enorme centro de investigación (Harry Ransom Center[1]), la energía constructiva de los estudiantes, nuevos y desconocidos caminos…construir…estudiar…investigar. salgo a mi nuevo balcón que ya no ve los Andes, para aprender la nueva geografía de un horizonte sin montañas: veo un río donde antes volaban nubes. una ciudad que construye – y esa energía se siente. que hace y deja hacer. que propone y no culpa… cuyo lema me hechiza: keep Austin weird[2]… porque esas metas ya no son normales. no es normal acoger a los murciélagos que salen por millones cada noche, y una vida cultural que no abarco aún a entender por sus innumerables propuestas. una ciudad que apoya lo pequeño y lo diverso… una ciudad con una biblioteca más grande que el teatro sucre…una ciudad feliz y con ganas de ser… esta es mi nueva ciudad…

olvidé pequeños detalles como llegar a un maravilloso departamento y haber ordenado solo colchón, sábanas, cobija, toallas, café y cafetera… mi espalda se queja ya por trabajar una semana parada en el counter de la cocina… pero los bancos llegarán esta semana…

lo que se que extraño y extrañaré, aunque sigue muy cerca: ver cada semana e interactuar con mi familia, los paseos o actividades de cada fin de semana con amigos y familia, las reuniones con las primas, los incontables cafés improvisados, las noches de tragos, planes de último momento de toda la noche… la espontaneidad del latino…la cercanía de los amigos

leo en retro y veo que la vida guarda su balance… mucho fue, mucho viene…queda solo agradecer. sonrío al cambio… dar la vuelta la página, y seguir escribiendo…